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23. Códices prehispánicos
Los códices son fuentes históricas de primera mano sobre una multitud de aspectos como las creencias religiosas, los ritos y ceremonias, la historia, el sistema económico y la cronología, entre mucho otros.
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22. Mayas del Usumacinta
Los cientos de monumentos de piedra tallada en esta región: altares, dinteles, estelas y escaleras, permiten descifrar las dinastías de sus gobernantes, así como los sucesos históricos importantes que ayudan al estudio e interpretación del fascinante mundo maya.
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21. Saqueo y destrucción
Nuestro patrimonio arqueológico, ese conjunto de vestigios de distintas clases legado por las sociedades del México prehispánico, es fuente fundamental –y en el caso de un largo periodo de nuestra historia, la única– para estudiar y comprender el pasado.
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20. Los dioses de Mesoamérica
Todo, bienes y males, el cambio, el tiempo, era considerado producto de la voluntad de los dioses. En el centro del juego universal, el hombre gozaba y sufría, imaginaba moradas celestiales y profundidades de muerte y de riqueza, e inventaba a los dioses a su imagen y semejanza.
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19. Los tarascos
También llamados michoaque (“los de la tierra del pescado”) o purépechas, los tarascos se encuentran entre las sociedades más importantes del Posclásico mesoamericano. En este periodo se erigieron como orgullosos y tenaces opositores a los afanes expansionistas de los mexicanas.
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18. Mayas de Campeche
La investigación de la cultura maya a lo largo y ancho del actual estado de Campeche ha aportado numerosas evidencias y arrojado nuevas luces para documentar los grandes estudios sobre esa antigua civilización.
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17. Indumentaria prehispánica
Algunas prácticas culturales, además del clima, han imposibilitado que sobrevivan muchas prendas prehispánicas. Para reconstruir la riqueza de esos atuendos se recurre a las representaciones arqueológicas, códices y a las voces de los herederos de esas tradiciones.
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16. Pintura mural
Los pueblos prehispánicos se hallaban inmersos en un universo de color. Todo estaba pintado: desde las humildes vasijas domésticas hasta los suntuosos edificios palaciegos y religiosos. Los muros desnudos de hoy se vestían de lujosa policromía.
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15. Los mexicas
Procedentes de Aztlan, su mítico lugar de origen, los mexicas lograron convertirse, tras una larga peregrinación custodiada por su dios tutelar Huitzilopochtli, en los orgullosos pobladores de una vigorosa y compleja ciudad-Estado que fue la maravilla del Nuevo Mundo: México-Tenochtitlan.
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14. Sur de Quintana Roo
El sur de Quintana Roo puede ser considerada –al igual que otras zonas cercanas, como el Petén, el sur de Campeche y el norte de Belice– una región cultural propiamente dicha. Los pueblos del sur de Quintana Roo supieron crear, en lo esencial, un estilo propio.
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13. Puebla- Tlaxcala
Territorio privilegiado por generosas condiciones naturales y por ser una encrucijada donde confluyeron ideas y mercancías en tránsito constante, la región poblano-tlaxcalteca fue escenario del desarrollo de un mosaico de culturas.
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12. Los olmecas
Existen diversos criterios para nombrar tanto a “lo olmeca” como a “los olmecas”. ¿Fue un pueblo, un estilo, una cultura, una congregación religiosa? Éstas son algunas interrogantes que aún debaten los especialistas.
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11. Arquitectura maya
En este número, se presenta al lector una de las regiones geográfico-culturales en la que florecieron importantes centros mayas. Las tierras bajas mayas fueron escenario de una de las más grandes civilizaciones, la cual se desarrolló durante el primer milenio de nuestra era.
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10. Proyectos especiales
Al iniciarse los Proyectos estaban inscritos en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO los sitios de Teotihuacan, Monte Albán, Palenque y Chichén Itzá. Después se incorporó Tajín y la zona de pinturas rupestres de Baja California Sur. Algunos otros se encuentran en áreas naturales protegidas como Filo-Bobos, Calakmul y Dzibilchaltún.
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9. Occidente
Hasta hace no mucho tiempo se consideraba al Occidente un área marginal con un desarrollo cultural tardío y una región que había recibido, más que dado; se la veía como carente de raíces. Sin embargo, el panorama real es otro.